martes, 19 de febrero de 2008

Sol y Arena

El tiempo medido… al sol o a la sombra… al ritmo de relojes de sol y arena... con su pila natural...
Un rayo... o un giro de muñeca... esa energía caprichosa o esa otra voluntaria … Energía exterior... o energía interior...

Si lo piensas, el de arena y el de sol, son relojes complementarios. Uno marca el tiempo que disfrutamos, desde fuera, hacia fuera, aquellos momentos en que disfrutamos sin pensar en que el tiempo pasa, sin pensar en girar la maquinaria del reloj. Por nosotros, los rayos, lo hacen correr. El de Arena, a su vez, marca los momentos que disfrutamos hacia dentro, aquellos en los que nuestra mente podría dejar lo que estamos pensando, y darle cuerda, hacer ese gesto y esa pausa para cogerlo y darle la vuelta... momento contemplativo… en el que seguramente será inevitable detenerse a observar y disfrutar cómo se desliza cada grano y cae al fondo, golpeándose y deslizándose entre el resto.

Y es que los de pila no son iguales... y su ritmo parece impedir el sueño con ese tic tac rítmico. Efectivamente a algunos, ese tic tac les mece. A mí me saca de mis sueños.

Sí… me gustan los relojes naturales... Si se te acaba la pila... no vale... Si se nos acaba la pila no vale... porque lo que importa son las energías naturales...